A partir de los 50 años, la mayoría de los hombres se empiezan a preocupar por la próstata. Aunque la enfermedad más alarmante en esta parte del cuerpo es el cáncer de próstata, existen otras patologías comunes que afectan a esta glándula y que podrían confundirse con un tumor.
En este artículo queremos explicar cuáles son las enfermedades más comunes que pueden afectar a esta glándula y cuáles son los tratamientos para cada una de ellas.
¿Qué es la próstata?
La próstata es una pequeña glándula del sexo masculino ubicada debajo de la pelvis, concretamente en la salida de la vejiga, que rodea una porción de la uretra. Forma parte del aparato reproductor y se encarga de producir el líquido seminal. Teniendo en cuenta su ubicación, es lógico que todos los cambios que sufra la próstata influyan en la forma de evacuar la orina.
¿Qué cambios sufre la próstata con la edad?
El principal cambio que se produce en la próstata a medida que envejecemos es el aumento de tamaño. Sin embargo, cuando se produce un crecimiento excesivo, es una anomalía que debe tratarse a tiempo.
Un tamaño de la próstata que se acepta como normal son unos 4 centímetros de largo y 3 centímetros de ancho. Cuando crece mucho más de lo que se considera un tamaño habitual, puede haber problemas para miccionar debido a que se oprime la uretra y existen problemas para que la orina pase con facilidad.
Por otro lado, también pueden darse otros síntomas que indican que existe una patología, como puede ser la necesidad de orinar más veces al día, un flujo menor de orina o ardor al miccionar.
El cáncer no es la única enfermedad de la próstata
Son muchas las enfermedades que pueden afectar a la próstata, y el cáncer es solo una de ellas. La enfermedad más común de esta glándula es la hiperplasia prostática, que si bien es un crecimiento benigno y rara vez es un síntoma del cáncer, debe tratarse para un normal funcionamiento del sistema urinario.
Con la edad existe un mayor riesgo de sufrir problemas de próstata. Las enfermedades más comunes de la próstata, además del cáncer, son las siguientes:
Hiperplasia prostática benigna
La hiperplasia prostática benigna se trata de un agrandamiento anormal benigno de las células de la próstata. Aunque los síntomas del cáncer de próstata y la hiperplasia prostática benigna son muy similares, sufrir esta enfermedad no aumenta el riesgo de sufrir cáncer.
Síntomas de la hiperplasia prostática benigna
Los principales síntomas de la hiperplasia prostática benigna son los siguientes:
- Dificultad al orinar por el bloqueo de la uretra
- Necesidad frecuente de orinar
- Sentir que la vejiga no se vacía completamente
- Flujo débil de la orina
Cuando la hiperplasia es muy grave, puede provocar una vejiga débil, infecciones de vejiga o riñón, un bloqueo completo del flujo urinario e insuficiencia renal.
Tratamientos para la hiperplasia prostática benigna
Aunque la hiperplasia prostática benigna no se puede curar, existen medicamentos o incluso cirugía para aliviar los síntomas. Estos son los principales tratamientos para tratar la hiperplasia prostática benigna:
- Medicamentos
Existen dos tipos de medicamentos que pueden usarse para tratar la hiperplasia prostática benigna y aliviar los síntomas. En primer lugar, los bloqueadores alfa relajan los músculos cercanos a la próstata para aliviar la presión y poder orinar con mayor facilidad, pero no reducen el tamaño de la próstata.
Por su parte, los inhibidores de la 5-alfa reductasa sí que ayudan a reducir el tamaño de la próstata, además de aliviar los síntomas. Este medicamento consigue bloquear la enzima conocida como 5-alfa reductasa, que es la responsable de convertir la testosterona en dihidrotestosterona, la cual estimula el aumento de la próstata.
- Cirugía
Cuando los medicamentos no son efectivos o los síntomas son graves, se puede recurrir a la cirugía para reducir el tamaño de la próstata. La cirugía más recomendada en la actualidad, con más de 550 pacientes operados en el Servicio de Urología del Hospital Quirónsalud Málaga, es el láser de holmio. En cualquier caso, será el especialista el que deberá determinar cuál es la opción más adecuada para el paciente.
Prostatitis
La prostatitis es una inflamación de la próstata, que es ocasionada con frecuencia por una infección bacteriana. Afecta a la mitad de la población masculina en algún momento de su vida, y sufrir esta enfermedad tampoco aumenta el riesgo de sufrir cáncer de próstata ni otras enfermedades de esta glándula.
Síntomas de la prostatitis
Aunque el paciente no puede saber qué enfermedad padece con tan solo tener ciertos indicios (recuerda que muchas enfermedades comparten síntomas comunes y solo el diagnóstico de un profesional es definitivo), estos son los principales síntomas que pueden sufrirse debido a la prostatitis:
- Problemas para orinar
- Sensación de ardor o dolor al orinar
- Necesidad frecuente de orinar
- Fiebre alta y escalofríos
- Dolor en la parte baja de la espalda o el vientre
- Dolor en las ingles o el escroto
- Presión o dolor en el recto
- Problemas sexuales como la falta de libido o eyaculación dolorosa
Tratamientos para los diferentes tipos de prostatitis
Para diagnosticar la prostatitis se pueden realizar varias pruebas, como un examen rectal digital o un análisis de orina. Estos son los diferentes tipos de prostatitis que existen:
- Prostatitis crónica o síndrome de dolor pélvico crónico
Este tipo de prostatitis es la más común que existe y puede en darse en hombres desde la juventud hasta la vejez. Los síntomas pueden aparecer y desaparecer, como puede ser dolor o molestia en la ingle o la zona de la vejiga.
Para la prostatitis crónica existen diferentes tratamientos dependiendo de sus síntomas. Se pueden administrar medicamentos antiinflamatorios para aliviar el dolor o bloqueadores alfa, que relajan el tejido de la próstata para facilitar el paso de la orina. En caso de que exista una infección, se deberá tratar con antibióticos.
- Prostatitis bacteriana aguda
Este tipo está causado por una infección bacteriana y aparece de repente. Los principales síntomas son escalofríos, fiebre alta y sangre en la orina. Además, la concentración del antígeno prostático específico suele ser más alta de lo normal.
Aunque es el menos común de todos los tipos de prostatitis, es el más fácil de diagnosticar y tratar, ya que con tan solo antibióticos recetados por el especialista se puede curar en varias semanas.
- Prostatitis bacteriana crónica
Al igual que el anterior, este tipo de prostatitis también está causado por bacterias, pero es más grave que el anterior y el único síntoma es la infección de vejiga. La principal causa puede ser un defecto en la próstata que permite que las bacterias se acumulen en las vías urinarias. El mejor tratamiento para este tipo de prostatitis es el uso de antibióticos durante semanas o incluso meses.
- Prostatitis inflamatoria asintomática
Esta enfermedad no produce síntomas, y se suele detectar cuando se hacen pruebas para otras dolencias, como las que se realizan para determinar cuál es la causa de la infecundidad o por el cáncer de próstata. Con la prostatitis inflamatoria asintomática también se puede dar una mayor concentración del antígeno prostático específico, y su tratamiento consistirá en la administración de medicamentos antiinflamatorios.
Si tienes algún síntoma y piensas que puedes estar sufriendo alguna enfermedad de la próstata, no dudes en acudir a consulta en el Servicio de Urología del Hospital Quirónsalud de Málaga capital.